Pese a que Guillermo Moreno no tenía relación directa a las medidas que impulsaba y aplicaba el Gobierno a la operatoria del campo, el polémico funcionario siempre tenía voz y voto en el tema.
Mientras estuvo en el Gabinete, el ex secretario limitó la comercialización, controló precios internos, y le puso un cepo a la exportación de carne y trigo desalentando la actividad.
En este año sin Moreno, hubo una nueva ampliación del cepo a la exportación de carne para que baje el precio en el mercado local, por lo que aún se trabaron más los permisos de exportación.
En tanto, los cerealeros viven una realidad parecida. El pasado octubre, con la promesa de liberar de inmediato exportaciones de cereales, el Gobierno acordó con el sector para que ingresen 1.500 millones de dólares extra hasta fin de año para inyectar dólares a la economía.
A cambio de ingresas divisas, los cerealeros lograron que el Gobierno libere exportaciones por 400 mil toneladas de trigo, 500 mil de maíz y 100 mil de harina de trigo.