La cereza pasó a ser la número uno de Chile
El crecimiento de la industria de la cereza chilena no puede sino explicarse en relación al vínculo comercial con China y el lejano oriente en general. La temporada 20/21 ha supuesto un récord histórico de exportación, alcanzando las 350.000 ton, de las cuales el 92% se ha destinado a China (320.000 ton).
Hace 10 años, la exportación de cereza chilena apenas alcanzaba los 8.000 tons, lo que implica un crecimiento del 4600%. En ese momento el Lejano Oriente ya era el principal destino, pero con una participación del 46% y otros destinos, como EEUU y Europa, se repartían una buena parte de lo restante. Actualmente el Lejano Oriente recibe el 95%, por lo cual un volumen 100 veces mayor que en el 2010/11. China es por supuesto el principal motor de este crecimiento. Sin embargo, otros mercados como Corea del Sur y Taiwán han experimentado un crecimiento porcentualmente mayor durante la última temporada.
Luego de las dificultades que supuso el brote de Covid-19 para la temporada 2019/20, la situación al inicio de la última temporada 2020/21 ha sido bien distinta. Chile tuvo tiempo de prepararse, acompañado por un buen invierno, con lluvias suficientes (viniendo de un año seco) que le permitió alcanzar una elevada producción y alto porcentaje exportable. El crecimiento de la exportación fue mayor al estimado, superando a la temporada anterior en un 54%.
Por otro lado, luego de los estrictos cierres en la primera mitad del 2020, China comenzó a recuperarse aceleradamente durante el segundo semestre, coincidiendo con la temporada de cereza del hemisferio norte, dejando un mercado receptivo a las cerezas australes.
La temporada inició con alta demanda y precios récord dado que, como suele suceder, los primeros volúmenes enviados de forma aérea fueron muy limitados. Con el inicio de los envíos marítimos la situación se mantuvo normal, con precios algo más bajos por presión de la oferta. En este momento se evidenció una diferenciación bastante marcada en los precios. Al aumentar los volúmenes, principalmente de la variedad Lapins, los precios cayeron y se amplió la diferencia de esta variedad (más abundante) respecto de otras más tempranas como Regina y Santina. La diferencia de precios entre calibres fue también más marcada que en las temporadas previas. Sin embargo, todo esto era esperable dada la gran oferta.