Comienza nueva misión sanitaria coreana
En el marco de la nueva auditoría, los expertos coreanos trabajarán a partir de hoy en dos equipos, según la agenda tentativa elaborada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
En principio vendrán a Uruguay siete técnicos oficiales. Se prevé que el jueves 27 y viernes 28 salgan al Interior del país. Un equipo visitará dos predios ganaderos y puestos de frontera con Argentina y Brasil –uno de ellos perteneciente a un productor sanducero–. El otro equipo de técnicos se quedaría en el Sur del país, concurriría a un frigorífico, una planta elaboradora de raciones para uso animal, así como a una empresa dedicada a la elaboración de harinas de carne.
El lunes 31 uno de los equipos visitaría el laboratorio Dilave “Miguel C. Rubino”, donde oficialmente se hacen los análisis de residuos y certificaciones de inocuidad de la carne y otros productos exportables, para posteriormente revisar las barreras sanitarias en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, tanto en lo que son controles de pasajeros como de cargas que llegan a la terminal aérea. El otro equipo visitará otra planta frigorífica exportadora y en la tarde también concurrirá a la Oficina de Sanidad Animal en el Puerto de Montevideo.
Dentro de la sede del MGAP, los auditores coreanos revisarán documentación vinculada con el programa de control y erradicación de fiebre aftosa que aplica Uruguay, así como en la prevención de la “vaca loca”, los sistemas de registro de predios ganaderos, la trazabilidad obligatoria bovina y las certificaciones. Más allá de los avances, pasada la auditoría, aún hay etapas administrativas que se deberán cumplir. Corea del Sur fue un importante mercado para los cortes bovinos uruguayos a partir del 1998 –dos años después de que Uruguay dejó de vacunar contra la fiebre aftosa–, comprando garrones y otros productos, por los que pagaba muy buenos precios. Una vez que Uruguay quede nuevamente habilitado, en el corto plazo –para el gobierno no se extendería más del año que viene– los frigoríficos deberán volver a sondear productos con sus clientes, que ya conocieron la carne bovina uruguaya y su calidad.