Apicultores en situación límite reclaman que se declare la emergencia del sector
Las lluvias aisladas en todo el país complicaron en gran medida la producción apícola: “nosotros dependemos del clima y en el último tiempo no nos acompañó para nada”.
General Pico (Agencia) Dirigentes de distintas asociaciones y cooperativas apícolas de la provincia se reunieron
esta semana en Miguel Riglos, donde analizaron la grave crisis que atraviesa dicha actividad, vinculada en gran medida a la sequía del último año. Decidieron pedir una reunión con las autoridades provinciales, para pedir que se declare la
emergencia del sector.
La falta de lluvias en la provincia y otros puntos del país, donde los grandes apicultores desarrollan parte del proceso productivo, puso en jaque la actividad. Pasaron de recolectar alrededor de 20 kilos de miel por colmena durante los últimos años, a un promedio de 10 kilos promedio durante el 2011. A esto se le suma que, mientras aumentaron todos los insumos, bajó el precio del kilo de miel puesto en tambor para exportar.
Alrededor de 20 dirigentes de distintos puntos de la provincia se reunieron el pasado miércoles en la localidad de Miguel Riglos, donde analizaron la crítica situación del sector, y decidieron enviar una nota al Ministro de Producción, Abelardo Ferrán, y el sub Secretario de Asuntos Agrarios, Pedro Goyeneche.
En el escrito que ya fue presentado en Casa de Gobierno, los apicultores justifican el pedido de reunión porque “en muchos puntos de la provincia la cosecha fue directamente nula, sumándole una gran mortandad de colmenas, y en algunos casos, hasta el abandono de la actividad”.
Y agregan que “la urgencia de los tiempos, hacen que solicitemos que se declare en Emergencia a la actividad Apícola, por parte del Gobierno, en toda la provincia”.
Emergencia
Si bien la apicultura está vinculada con la agricultura, legalmente no está establecido que cuando se declara la
emergencia del sector agrícola, como ocurrió en las últimas semanas, ésta se extienda directamente al apícola. Por tal motivo ahora los apicultores pedirán a las autoridades provinciales que se contemple dicha posibilidad, para la actividad que desarrollan alrededor de 900 productores en La Pampa.
El Diario dialogó con algunos productores que participaron de la reunión en Miguel Riglos, y sobre el pedido que formularán al Gobierno provincial, consideraron que “si se decreta la emergencia agropecuaria en la provincia, nosotros deberíamos estar incluidos en la emergencia, porque dependemos de la floración que tenga el campo”.
Costos
Otro factor crítico para el sector es el de la negociación de la producción. Durante las cosechas de los años 2009 y 2010, los precios del kilo de miel puesto en tambor variaron entre los 8,50 y 9 pesos, mientras en la temporada 2010 y 2011 se llegó hasta los 10 pesos. Pero este año, cuando se registró un importante aumento en los insumos, la miel no se
puede vender a más de 8,60 pesos por kilo de miel en las condiciones que exige el exportador, según remarcaron los productores consultados. El impacto del incremento en los costos operativos y la baja del precio de venta, según remarcaron las voces consultadas, lo sufren en mayor medida los grandes productores apícolas.
Clima
Las lluvias aisladas en todo el país complicaron en gran medida la producción apícola. En tal sentido, los productores consultados recordaron que “nosotros dependemos del clima y en el último tiempo no nos acompañó para nada”.
Y recordaron que dicha situación no es exclusiva para quienes desarrollan todo el proceso productivo 0 dentro de la provincia, sino también para aquellos que trasladan sus colmenas por cientos de kilómetros, con el consecuente incremento de costos. “Los apicultores grandes hacen trashumancia, llevándose sus colmenas al norte del
país cuando allá comienza la floración, pero en el norte este año también fue muy malo en cuanto a lluvias”, explicaron los apicultores en diálogo con El Diario.
Añadieron que “acá veníamos bien durante octubre y noviembre del año pasado, pero no llovió en diciembre y a esto se le sumaron las altas temperaturas y el viento que también seca todo. Cuando llueve a fines de enero el pasto crece muy bien, pero nosotros la floración la perdimos. Los tiempos no son los mismos, porque nuestra actividad requiere de lluvias mas parejas”, comentaron los apicultores.