La mitad de los veterinarios padece alguna patología por su actividad
Un trabajo de investigación de la Universidad Nacional del Litoral en Argentina evidencia que uno de cada cinco profesionales sufrió, al menos, un accidente ocupacional grave. La transmisión de zoonosis, los accidentes de tráfico en el campo y las heridas al trabajar con animales de producción son los incidentes más frecuentes.
El trabajo indagó en la frecuencia de los accidentes y enfermedades entre los profesionales de la región; también se registró la frecuencia de incapacidad laboral y del uso de elementos de protección. De acuerdo con los datos obtenidos, la quinta parte de los encuestados sufrió al menos un accidente grave a lo largo de su trayectoria profesional. El 28,7% padece, o ha sufrido en algún momento de su carrera, una enfermedad zoonótica. La más frecuente es la brucelosis y le siguen la toxoplasmosis y la leptospirosis. Además, el 53,2% tiene en la actualidad alguna patología atribuible al ejercicio de la profesión.
Los investigadores comentan que quisieron estudiar los riesgos de la actividad ganadera porque no hay muchos datos disponibles y son escasas, hasta el momento, las investigaciones al respecto. Sí existen en relación con la agronomía y los agrotóxicos, pero no ocurre lo mismo con el manejo de animales.
Las heridas más frecuentes entre los veterinarios encuestados fueron, punciones, hematomas y contusiones. La manipulación de agujas en animales de más de 500 kg pone en riesgo al veterinario. Así lo manifestaron siete de los participantes del estudio que se autoinocularon. Ocho de cada diez accidentes ocurrieron durante la atención a grandes animales.
El estudio concluye con las medidas preventivas simples que pueden cambiar en forma drástica la cantidad de accidentes tanto para los veterinarios como para toda la gente que trabaja con animales.
El desafío tiene que ver con generar una mayor conciencia del riesgo y adoptar prácticas que hagan más seguro el trabajo de los profesionales de la salud animal. Esto se vuelve prioritario al constatar en la investigación que el 74,5% de los encuestados manifestó no haber recibido capacitación alguna sobre peligros ocupacionales.