Desde la AIMS han hecho esta solicitud al gobierno británico después de que este concediera 7 millones de libras a diversos proyectos de implementación de inteligencia artificial entre los que se encuentra el fomento de la seguridad  alimentaria.

Según la AIMS su aplicación mejoraría la eficiencia y la precisión. Consideran además que su integración podría reemplazar las inspecciones veterinarias humanas “tradicionales, costosas y a menudo ineficientes” por “sistemas avanzados, precisos y confiables”.

Jason Aldiss, director ejecutivo de AIMS, dijo que la IA podría “revolucionar” los protocolos de inspección de carne, garantizando un control de calidad constante y optimizando al mismo tiempo la eficiencia operativa. Instó a la Agencia de Normas Alimentarias (FSA) y a la Organización de Normas Alimentarias de Escocia (FSS) a considerar los beneficios de la integración de la IA en los procesos de inspección de carne.

Según Aidiss, al implementar la inteligencia artificial a este tipo de controles, “se puede optar por sistemas más efectivos y eficientes, reduciendo la dependencia de inspectores humanos y empoderando a los operadores de empresas alimentarias para supervisar la garantía de calidad directamente. La implementación de sistemas impulsados ​​por IA no solo mejorará la precisión y la eficiencia de las inspecciones, sino que también posicionará al Reino Unido como líder en la adopción de tecnologías innovadoras dentro de la industria alimentaria”.