6 de junio de 2024 12:27 PM
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La integración agrícola ganadera es un factor clave para intensificar la producción de carne, sostienen

Paraguay : Los esfuerzos continuos en mejorar la infraestructura, atraer inversiones y promover la integración agrícola-ganadera indican un futuro prometedor para el Chaco paraguayo. El aumento de iniciativas y proyectos ayudará a acelerar el crecimiento del sector productivo en esta región.

En entrevista con Valor Agricola, el gerente general de la Expo Pioneros, Ricky Penner, enfatizó la importancia de la integración entre agricultura y ganadería promoviendo la rotación de cultivos y la producción de forrajes para intensificar la producción de carne y leche sin reducir el hato ganadero, apuntando siempre a la implementación de prácticas de manejo sostenible y el uso de tecnologías avanzadas en la alimentación y el cuidado del ganado.

“El Chaco paraguayo se destaca por ser una región donde la ganadería ha sido y sigue siendo el pilar económico fundamental. Sin embargo, existe un consenso sobre la necesidad de integrarlo de manera efectiva con la agricultura, que permitirá un crecimiento simultáneo en ambos sectores, optimizando el uso de la tierra y los recursos naturales”, alegó.

Indicó que, a pesar de su baja densidad poblacional, el Chaco paraguayo se está convirtiendo en un motor económico gracias a la expansión de la frontera agrícola y la integración de tecnología avanzada en la producción. La llegada de maquinaria agrícola y la mejora en la infraestructura están impulsando un crecimiento significativo en la región.

“Este dinamismo, apoyado por inversiones estratégicas y proyectos industriales, está transformando al Chaco en una zona clave para el desarrollo económico de Paraguay, destacando su enorme potencial agrícola y ganadero”, precisó.

Penner dijo que, a pesar de no haberse cumplido la intención de sembrar 140.000 hectáreas de soja en 2024 debido a las condiciones climáticas adversas, se espera que la superficie cultivada continúe creciendo en los próximos años.

Actualmente, se estima que hay entre 250.000 y 300.000 hectáreas dedicadas a la agricultura en el Chaco, con un potencial para expandirse hasta dos o tres millones de hectáreas.

“Se proyecta que la agricultura en el Chaco podría crecer diez veces más, reflejando un potencial significativo para el desarrollo económico de la región”, señaló.

En ese sentido, hizo hincapié al proyecto de la planta aceitera, una iniciativa clave que busca agregar valor a la soja producida localmente ya que “la planta producirá harina de soja, fortaleciendo la producción de carne y leche en el Chaco, y cerrando ciclos productivos para optimizar costos”.

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