29 de abril de 2025 08:31 AM
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Ajuste en agro: protestas y temores por fusiones y despidos en INTA, INV y Senasa

El gobierno nacional avanza con su política de reducción del empleo público, generando tensiones en el sector agropecuario.

La reducción de la planta de trabajadores estatales continúa siendo un eje central de la administración nacional. Ayer, trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) protagonizaron una protesta en rechazo a una supuesta fusión con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial ( INTI), que implicaría el despido de aproximadamente 1.500 empleados.

Ahora, nuevas versiones apuntan a que el próximo paso podría ser la absorción de organismos reguladores de la producción, como el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

La situación del INTA

El INTA, que en 2024 cuenta con unos 6.424 trabajadores distribuidos en sus unidades a lo largo del país, atraviesa un período de incertidumbre. Desde la asunción de Javier Milei, el organismo sufrió el cierre de dos programas clave: Pro-Huerta y Cambio Rural. A fines de febrero y principios de marzo, el Consejo Directivo del INTA aprobó una reestructuración en medio de tensiones, con temores de despidos masivos y un fuerte ajuste presupuestario. Aunque la reconfiguración incluyó la reducción de algunos servicios y agencias, no alcanzó la magnitud inicialmente propuesta por el Gobierno, que contemplaba el despido de 1.500 trabajadores y el cierre de varias unidades.

Un factor que limitó estos planes fue la composición del Consejo Directivo del INTA, donde el 50% de los representantes proviene de entidades de la Mesa de Enlace, además de CREA y facultades de Veterinaria y Agronomía, lo que otorga un peso significativo al sector agropecuario en las decisiones del organismo.

¿Qué pasa con el Senasa y el INV?

Por el momento, el Senasa ha quedado al margen de los planes inmediatos de fusión o eliminación impulsados por el Gobierno. Fuentes oficiales destacan que su continuidad es esencial para cumplir con los requisitos sanitarios exigidos por los mercados internacionales. Sin embargo, persisten rumores sobre la posible absorción del INV y el INASE por parte del Senasa.

Martín Hinojosa, extitular del INV, expresó su preocupación: “La fusión o absorción debería considerar las particularidades del sector vitivinícola para no comprometer los avances logrados en una actividad reconocida a nivel mundial por la calidad de su gestión de datos”. Además, subrayó la importancia de tomar decisiones basadas en “información y conocimiento”, en lugar de opiniones, para evitar impactos negativos en el sector.

Un futuro incierto

Aunque no se han anunciado medidas concretas, el sector vitivinícola observa con atención los movimientos del Gobierno en relación con el INTA y el INTI. La política de ajuste, simbolizada por la “motosierra”, no se detiene y podría sumar un nuevo capítulo que afecte a una de las industrias más emblemáticas del país, como lo es la vitivinicultura.

Fuente: lmneuquen.com

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