Alfredo Fros: “Hay que trabajar en ir a lanas más finas en todas las razas”
El presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) reiteró: “no imagino un Uruguay sin ovejas” y exhortó a los productores “a prepararse, encarnerar sus ovejas y poner a punto los sistemas para esperar la vuelta del mercado”. Sin negar que el rubro ovino continúa teniendo momentos difíciles, Alfredo Fros pidió a los productores “mirar las oportunidades y las fortalezas que tiene la oveja, más que mirar sus limitantes”. Defendió al ovino y recordó que tras la sequía más dura de la historia, en el norte del país “la oveja ayudó financieramente a los establecimientos a recuperarse. Es un rubro muy rentable y continúa siendo un buen negocio para el establecimiento, además de su rol social”
-¿Cómo está hoy el rubro ovino?
-Hay una diferencia entre lo que fue 2023 y el comienzo de 2024. Si bien tenemos complejidades y algunas se mantienen, comenzamos con un mercado lanero con más negocios. Tuvimos un período con una semana de suba, luego bajas pero dependiendo del tipo de cambio más que del mercado en sí. Toda lana que se quiera vender se puede vender, según los informes que tenemos, sólo hace falta convalidar los valores.
-¿En el rubro carne ovina?
-Hay una mejora de precios en las distintas categorías. En 2023 tuvimos muchas semanas con precios en baja. A nivel global, la oferta de carne ovina elevada que había el año pasado en el mundo está bajando y es probable que la demanda sea muy parecida a lo que venía. Mayor demanda y una oferta que vendría en baja, es lo que explica por qué están subiendo los precios.
-¿Cómo puede impactar la apertura de Israel para carne ovina con hueso?
-Es una muy buena noticia en un momento interesante. No tenemos muy claro cuánto puede impactar en lo comercial, pero siempre es positivo que se abra un mercado y mucho más si es para cortes con hueso. Lo más importante es que Israel era de los países que a Uruguay por ser libre de fiebre aftosa con vacunación no le permitía el ingreso de carne con hueso y cambio de postura. Ese cambio es muy fuerte como antecedente. Es muy buen antecedente para las futuras negociaciones de mercados. Representa una gran señal para el mercado y sería bueno concretar negocios y exportar, para luego avanzar en las gestiones sanitarias en otros países. En el caso de la cadena cárnica ovina, que Uruguay pueda entrar en los mercados con hueso y en los destinos que tienen un altísimo valor, la ayudará al desarrollo. Necesitamos tracción fuerte y genuina de toda la cadena.
-¿Considera que hubo avances en las negociaciones que hizo Uruguay con China para ayudar a destrabar el stock de lanas medias y gruesas, que en su momento se habló era el equivalente a cuatro zafras?
– Las negociaciones hoy están en manos del sector privado y hay que ser muy cuidadosos. Esperemos a ver cómo siguen avanzando. No es que no se haya logrado avanzar o no se hizo nada, es que están en la fase de negociaciones y propuestas de ambos lados. Estuvimos apoyando institucionalmente como SUL, conjuntamente con el Poder Ejecutivo, la misión oficial a China, se hicieron todas las gestiones como para poder avanzar en destrabar el stock de lanas medias y gruesas que tiene Uruguay. Lo bueno es la oportunidad de negociación que están transitando los privados. Por más que se destrabe la colocación de ese stock, eso no estaría cambiando el mercado de la lana en sí y sobre todo, lo que es el producto final al que se llega con esas lanas y el valor que tiene el textil como materia prima en el mercado.
-El mercado continúa dando señales claras de ir a menores finuras en todas las razas.
-Sí, las hay. Muchos preguntan si las lanas medias y gruesas no se van a vender más. Se van a vender, quizás no tengan una comercialización tan fluida, pero se venderán. Si bien hay un esfuerzo global por lograr diferentes productos con esas finuras, productos que no eran los que se elaboraban tradicionalmente con esa materia prima, sea para uso industrial y para otros usos, se está haciendo un trabajo muy importante para encontrarle otros destinos al producto. Sea cual sea el destino, el valor del producto final es relativamente bajo y no se puede esperar que ese tipo de lana tengan un valor muy por encima del que tienen. Luego está el tema de oferta y demanda. Si analizamos el mercado hubo una suba de esas lanas y quizás un aumento en la demanda, pero todo esto no cambia que el producto final es el que condiciona el valor de la materia prima.
-¿Cuál sería el camino?
-Hay que trabajar en ir a lanas más finas en todas las razas, en lograr mayor calidad, debemos apuntar a esos nichos de mercado donde el que paga más es el que exige más. En la producción de Uruguay tenemos que ir certificando procesos y las exigencias que nos demandan. Las exigencias ya están en el mercado y cada vez es mayor la atención del consumidor por el cuidado del planeta, por el compromiso de la producción con la sustentabilidad y Uruguay trabaja mucho en ese sentido.
-En ese sentido hay un avance significativo ¿lo considera así?
-Ya tenemos información y los productores tenemos herramientas para trabajar, en el sentido de que por la vía genética podemos tener ovinos que son más eficientes y menos emisores de gases causantes del efecto invernadero en la capa de Ozono. Uruguay está trabajando muy bien, junto con otros países de otros continentes, intercambiando y generando información, pero lo más importante es que también se están generando herramientas vía los datos de Diferencia Esperada en la Progenie (EPDs) para que el productor trabaje, en un sistema donde hay muchas variables que juegan, no sólo por cuánto emitimos, sino también por cuánto capturamos y de qué forma.
-Entonces ¿para el ovino es una gran oportunidad?
-Sí, es. Tiene la oportunidad de aportar su granito de arena para garantizar la sustentabilidad. Hay información muy interesante y esa puntera de animales más eficientes dentro de una población y que emiten menos por vía genética, está con más de 20% por encima de los más abajo. El mundo va a ir demandando mediciones y trabajos científicos en materia medio ambiental y en la medida que se agreguen estas característica que tienen otros costos y otra tecnología, el producto se diferenciará y tendrá un valor mayor. La cadena debe buscar la tracción y los productos de más alto valor y con mayores exigencias hacen ese ejercicio de traccionar. Luego los empresarios buscarán donde posicionarse, pero lo importante es que los productores y empresarios buscarán dónde quieren posicionarse. Es fundamental que las instituciones técnicas tengan las herramientas y cómo transferirlas rápidamente.
-¿Qué mensaje le daría a los productores previo a la encarnerada?
-El sector ovino tiene restricciones a levantar, en algunas se avanzó, en otras no tanto. Seguramente tendremos mejores escenarios hacia adelante. No me animo a decir que pasó lo peor, pero sé que los ciclos se dan y para capitalizar el rubro en los momentos buenos. Hay que tener las ovejas bien encarneradas para esperar la vuelta del mercado y las oportunidades. El ovino debe estar en los campos y esperar mejoren los ciclos. No me imagino un Uruguay sin ovejas…
Costos altos y tecnologías de bajo valor para aplicar
El titular del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) reconoció que hoy el rubro ovino “está en un escenario de costos altos”, pero también reconoció que “hay muchas tecnologías de proceso que son de bajo valor y alto impacto, pero en este momento es cuando más se visualizan porque son aquellas que tienen mejor costo pero tienen un impacto en la producción. Uruguay tiene mucha tecnología desarrollada en torno al ovino, hay muchas instituciones que trabajan en ese sentido. A su vez, hay tecnologías que son rápidamente transferibles. El rubro ovino es importante para el Uruguay y cumple un rol social fundamental. El ovino es un patrimonio de todos los uruguayos y el mundo nos reconoce por eso, por eso deberíamos cuidarlo más”, afirmó Fros.
Al cierre de 2023 el stock ovino del Uruguay cayó casi 5% y cerró en 5,8 millones de cabezas, pero la máquina de cría se rejuveneció, porque se incorporaron más borregas a la majada nacional y pasaron a faena mayor volumen de ovejas que en otros años, sin que eso significa una liquidación de stock.