26 de abril de 2025 09:30 AM
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Bacterias contra hongos: una alternativa prometedora para la viticultura sostenible

El reto de reducir el uso de fungicidas en la viticultura

Bacterias contra hongos: una alternativa prometedora para la viticultura sostenible. El uso intensivo de fungicidas en la agricultura, y en especial en la viticultura, ha generado en los últimos años una creciente preocupación debido a sus impactos negativos tanto en el medio ambiente como en la salud de los trabajadores agrícolas. Además, la aparición de nuevas enfermedades fúngicas ha incrementado la dependencia de productos químicos, dificultando el objetivo de una producción más sostenible.

En este contexto, la investigación sobre agentes de biocontrol naturales cobra especial relevancia. Una línea de estudio muy prometedora es la exploración de bacterias simbióticas de nematodos entomopatógenos, como Xenorhabdus y Photorhabdus, como alternativas viables para combatir hongos patógenos que afectan gravemente a los viñedos.

El estudio de In-VID: bacterias al servicio de la viticultura

El grupo de investigación In-VID, perteneciente al Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV), ha evaluado recientemente el potencial de estas bacterias como agentes de biocontrol. Para ello, han utilizado el viñedo como agroecosistema modelo, enfrentando estas bacterias a dos hongos de alta relevancia:

  • Botrytis cinerea, causante de la podredumbre gris de los racimos.
  • Armillaria mellea, responsable de la podredumbre de las raíces.

Además de medir su eficacia contra los patógenos, también se analizaron los efectos secundarios sobre bacterias beneficiosas empleadas habitualmente en el control biológico, como Bacillus thuringiensis var. kurstaki ABTS-351Bacillus thuringiensis PB-54 y Bacillus amyloliquefaciens QST-713.

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Resultados prometedores: inhibición efectiva y selectividad microbiana

Producción de toxinas y supresión de hongos

Los ensayos mostraron que la producción de toxinas por parte de Xenorhabdus nematophila depende de factores como el medio de cultivo y el tiempo de fermentación. Los medios de cultivo “Agar nutriente” y “Triptona-soya” resultaron especialmente eficaces, permitiendo una producción rápida de toxinas que inhibieron el crecimiento de B. cinerea en un impresionante 74,3 %.

En el caso de A. mellea, tanto los sobrenadantes libres de células como los cultivos sin filtrar de X. nematophila y P. laumondii lograron reducir significativamente el crecimiento del hongo, siendo especialmente eficaces los cultivos sin filtrar.

Impacto mínimo sobre bacterias beneficiosas

Un aspecto crucial de esta investigación fue el análisis de la selectividad de las bacterias de biocontrol sobre la microbiota beneficiosa. Los resultados fueron muy alentadores: solo una cepa comercial de B. thuringiensis mostró sensibilidad a las toxinas, mientras que otras bacterias beneficiosas no se vieron afectadas. Esta alta selectividad es fundamental para preservar la biodiversidad microbiana en los suelos agrícolas.

Implicaciones para una viticultura más sostenible

Beneficios ambientales y agronómicos

El uso de bacterias como Xenorhabdus y Photorhabdus ofrece múltiples ventajas:

  • Reducción del uso de fungicidas químicos, disminuyendo los residuos en la uva y el vino.
  • Protección del medio ambiente, evitando la contaminación del suelo y de las aguas subterráneas.
  • Preservación de la microbiota beneficiosa, esencial para la salud del suelo y la resistencia natural a enfermedades.
  • Incremento de la sostenibilidad de los sistemas agrícolas mediante el manejo integrado de plagas y enfermedades.

Desafíos futuros: de la investigación al campo

Aunque los resultados obtenidos en laboratorio son muy prometedores, es necesario seguir investigando para lograr:

  • Optimizar las condiciones de cultivo y fermentación de estas bacterias.
  • Desarrollar formulaciones comerciales estables y efectivas.
  • Evaluar su comportamiento en campo a lo largo de varias campañas y en condiciones climáticas variables.
  • Integrar estas bacterias en programas de manejo integrado junto con otras prácticas culturales y biológicas.

Conclusión: un paso adelante hacia la viticultura del futuro

El trabajo del grupo In-VID representa un avance significativo hacia una viticultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. La utilización de bacterias simbióticas como agentes de biocontrol no solo ofrece una alternativa eficaz frente a hongos patógenos importantes como Botrytis cinerea y Armillaria mellea, sino que también contribuye a mantener un equilibrio microbiano saludable en el suelo.

Sin duda, apostar por este tipo de soluciones naturales será clave para garantizar la viabilidad del sector vitivinícola en un contexto de creciente demanda de prácticas agrícolas sostenibles y de respeto medioambiental.

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