Brasil acelera su crecimiento económico con el impulso del agro: ¿qué puede aprender Argentina?
El primer trimestre de 2025 dejó cifras contundentes para la economía brasileña, y el gran protagonista fue el sector agropecuario. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció un 1,4% respecto al trimestre anterior, y un 2,9% en la comparación interanual. El principal motor de esta expansión fue la agricultura, que registró un crecimiento trimestral del 12,2%, consolidándose como el sector de mayor dinamismo.

El ministro de Agricultura y Ganadería de Brasil, Carlos Fávaro, fue claro al señalar que el crecimiento económico se apalanca en el campo: “La agricultura fue en gran medida responsable de este crecimiento. Es el motor de la economía brasileña, impulsada por la agricultura y la ganadería. Es el resultado de las inversiones realizadas en el Plan Cosecha récord y la expansión de las oportunidades comerciales”, subrayó.
Los cultivos que explican este salto son los pilares clásicos del agro brasileño: soja (+13,3%), maíz (+11,8%), arroz (+12,2%) y tabaco (+25,2%), todos con cosecha relevante en el primer trimestre y un fuerte aumento en productividad.
Realidades divergentes
Mientras Brasil capitaliza su potencial agroindustrial, en Argentina el panorama es más desafiante. La sequía histórica de 2023 dejó cicatrices profundas que todavía impactan los números de producción, aunque el 2024 mostró signos de recuperación. Según datos del INDEC y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se espera una mejora en las cosechas, pero sin alcanzar aún los niveles récord previos a la sequía.
Además, a diferencia del fuerte respaldo institucional que tuvo el agro brasileño a través del “Plan Cosecha”, con financiamiento, infraestructura y expansión comercial, en Argentina el sector enfrenta presiones impositivas, brechas cambiarias y falta de incentivos sostenidos para potenciar exportaciones o aumentar rendimientos.
En términos de crecimiento, mientras la agricultura brasileña creció un 10,2% interanual, en Argentina el crecimiento proyectado para el sector primario es más modesto, con estimaciones que rondan entre el 5% y 6% para el primer semestre de 2025, según fuentes privadas. La diferencia está marcada por el contexto macroeconómico, el acceso al crédito, y sobre todo, la previsibilidad de las políticas públicas.
Políticas públicas en el agro
La experiencia brasileña deja un mensaje claro: invertir en el agro rinde frutos, no solo para el sector en sí, sino para toda la economía. Con políticas públicas alineadas, herramientas de financiamiento y apertura comercial, el campo puede transformarse, como lo demuestra Brasil, en el motor de crecimiento económico sostenido. Argentina cuenta con los recursos naturales, el conocimiento técnico y los productores capacitados para. lograrlo. Solo falta que las condiciones estructurales acompañen, con reglas claras, infraestructura adecuada y un entorno competitivo que potencie su potencial exportador.