Carne. La exportación, con luces verdes y amarillas y una nueva caída en el stock
La exportación de carne argentina viene mejorando mes a mes su situación. Lo hace a partir de una demanda global muy firme, suba de los precios internacionales (entre 15 y 20%) y una mejora en el tipo de cambio real, por la reducción (marginal) de las retenciones y por el aumento en el tipo de cambio oficial, que durante julio se incrementó más de un 12%.
Pero se presentan ahora dos amenazas muy serias: los súper aranceles que Estados Unidos impone a la carne brasileña vuelven inviables las exportaciones de Brasil al mercado norteamericano, redestinándose probablemente este enorme volumen –equivalente a unas 400 mil toneladas anuales– al mercado chino.
El país asiático está sobreabastecido de carne y forzaría bajas en los valores que paga por la carne vacuna.
Argentina se “beneficiaría” en el mercado norteamericano por el faltante de carne originado en el súper arancel a la carne brasileña, pero más se perjudicaría por la posible baja de valores en el mercado chino. A los Estados Unidos embarcamos unas 50 mil toneladas anuales y a China unas 350 mil toneladas.
Por otro lado, China podría establecer cupos a la importación de carne vacuna, o aranceles adicionales, como resultado de una investigación oficial que evalúa los daños que sobre la producción doméstica estarían causando las importaciones masivas de carne vacuna.
En definitiva, un mercado internacional muy firme, pero volátil y cambiante, por “neoproteccionismo” e incertidumbre.
De acuerdo a los datos que surgen de la Primera Campaña de Vacunación contra la Aftosa 2025, el número de animales inoculados durante el último otoño habría totalizado los 49,40 millones de cabezas. La cifra representa 1,23 millones de animales menos (2,4% inferior) que el año pasado.
Cae el número de vacas (407 mil, el equivalente a 1,9%), pero se mantiene el número de terneros, unas 14,5 millones de crías.
La relación ternero/vaca se mantiene alta, un 69,2%, apenas por debajo del máximo de la serie 2004/2024 logrado en el año 2023, que fue del 69,6%. También durante el último año cae el número de vaquillonas (-6,2%), de novillos (-5,0%) y novillitos (-5,4%).
El stock encontrado este último otoño, 49,3 millones de cabezas, es el más bajo de los últimos 20 años, lejos (-18%) de los 60 millones de animales vacunados en 2007.
Con respecto a la primera campaña 2022, antes de la gran seca, cuando se vacunaron 53 millones de cabezas, la caída acumulada de las existencias es de 3,6 millones de animales (-6,8%), con 1,2 millones de vacas y 666 mil terneros menos. El número de vaquillonas, también en los últimos tres años, cae 919 mil cabezas (-13%), mientras que cae el stock de novillos también un 13%.
El stock de novillos en 2025 resulta un 60% más bajo que en 2005, año en que comienza la serie.
En cuanto al número de terneros encontrados este último otoño, 14,5 millones de crías, es igual al del año anterior, debiéndose destacar que en ocho oportunidades en los últimos 20 años el número de terneros vacunados en otoño superó los 15 millones de animales.
El destete 2025 ocupa el lugar número 13 en la serie 2005-2025. Un destete tan bajo, cuando se esperaba una recuperación para este último otoño, compromete la producción de carne de equilibrio en los años 2025-2026.
Sólo un fuerte aumento en el peso medio por animal faenado –que no está a la vista– podría cambiar este estancamiento en la oferta genuina de carne para los próximos dos años.
Es muy probable que en algún momento del segundo semestre de 2025 o del primer semestre de 2026 el stock ganadero deje de caer y se estabilice. No está a la vista un proceso de retención de hembras capaz de revertir la caída del stock; pero de darse una fase de recomposición, caería aún más -en el corto y mediano plazo- la oferta de carne vacuna.