30 de julio de 2025 02:13 AM
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El bistec alcanza precio récord en EEUU por culpa de los aranceles y el gusano barrenador

La carne picada de ternera alcanza el máximo histórico de 12,27 euros/kilo y se espera que siga subiendo

El precio de la carne de bovino en Estados Unidos ha escalado a niveles récord en los últimos meses. Los bolsillos de los consumidores estadounidenses están sufriendo las consecuencias de una triple crisis alimentaria: la cabaña ganadera norteamericana se ha reducido, han caído las importaciones de Brasil debido a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump y el mercado con México sufre restricciones debido a la crisis sanitaria del gusano barrenador. Es la tormenta perfecta y, según declaraciones de expertos a medios locales, no amainará hasta bien entrado 2026.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales, la carne picada de ternera actualmente tiene un precio de 12,27 euros/kilo (6,12 dólares por libra), lo que representa un aumento del 11,84% con respecto a 2024, además de un récord histórico. La Administración estadounidense utiliza la carne picada como referencia de precio porque es la variedad más consumida en el país (40%). Según esta misma oficina, el bistec cuesta 23 euros/kilo (11,49 dólares por libra), lo que representa un aumento del 8,05% con respecto al año pasado.

El origen de esta escalada está en la grave disminución de la cabaña ganadera: el número de cabezas bovinas cayó a 86,7 millones en enero de 2025, el nivel más bajo desde 1951. Las sequías en el Medio Oeste, la subida del precio de los piensos y el cierre de explotaciones agrícolas han reducido drásticamente la oferta disponible.

El Departamento de Agricultura prevé que el precio medio de la carne bovina aumente un 6,8% en 2025, aunque las predicciones más pesimistas apuntan a un aumento de hasta un 11,5% y sin señales de moderación clara. Según han declarado expertos del sector a medios locales, la normalización del mercado no llegará antes de la segunda mitad de 2026.

Los consumidores sufren los aranceles

A la grave situación local, se suma la caída de las exportaciones procedentes de Brasil debido a la entrada en vigor en mayo de un arancel adicional del 10% sobre la carne brasileña, que ya pagaba el 26,4%, lo que redujo su competitividad. Brasil es el mayor exportador mundial de carne bovina y Estados Unidos su segundo mayor cliente.

Según datos de la Asociación Brasileña de la Industria de Carne (Abiec) recogidos por EFE, las ventas bajaron inicialmente hasta 27.413 toneladas en mayo y siguieron cayendo hasta las 18.232 toneladas en junio. Todavía no hay datos oficiales de julio, aunque según la patronal, las ventas seguirán desplomándose.

Y, por si fuera poco, el pasado 9 de julio, Donald Trump anunció formalmente su intención de imponer un arancel extra del 50% sobre todas las importaciones desde Brasil, con efecto desde este 1 de agosto. Si efectivamente se aplica (de momento no se ha derogado o pospuesto), la tasa total sobre la carne brasileña sería de un 86%.

La crisis del gusano barrenador

Otro factor clave en la reducción de oferta de carne de vacuno en el mercado estadounidense es el brote de gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) detectado en México. Esta plaga, considerada altamente peligrosa para el ganado, puede provocar infecciones graves y hasta la muerte de los animales si no se trata a tiempo.

En respuesta al brote, Estados Unidos impuso en mayo restricciones temporales a la importación de ganado vivo para engorde procedente de ciertas regiones de México, como Veracruz, Tabasco y Chiapas. Todo ello, con la intención de evitar que el gusano barrenador vuelva a entrar en territorio estadounidense, donde lleva erradicado más de tres décadas.

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