18 de febrero de 2025 11:08 AM
Imprimir

El colapso de la industria frigorífica uruguaya “una crisis sin precedentes”

La industria frigorífica uruguaya enfrenta una crisis laboral sin precedentes desde la epidemia de fiebre aftosa a principios de este siglo.

Actualmente, más de 2.300 trabajadores del sector se encuentran en seguro de paro, una cifra alarmante considerando que el total de empleados en los 33 complejos industriales del país ronda los 14.000. Esta situación se vio agravada recientemente con la incorporación de 350 empleados del frigorífico Casa Blanca S.A. (Fricasa), ubicado en Paysandú, al seguro de desempleo.

Fricasa redujo drásticamente sus operaciones, manteniendo activos únicamente a entre 70 y 80 trabajadores para realizar una sola faena semanal de 150 vacunos, muy por debajo de su capacidad anual de faena de aproximadamente 100.000 reses. La empresa enfrenta una deuda significativa, estimada entre 25 y 30 millones de dólares, principalmente con su mayor acreedor, Conexión Ganadera

Esta crisis financiera llevó a una disminución progresiva de las actividades desde diciembre, cuando se reportaron dificultades para pagar los salarios vacacionales de más de 100 empleados. En enero, la frecuencia de faena se redujo de cuatro días a uno o dos por semana, culminando en la reciente suspensión masiva de trabajadores.

Martín Cardozo, presidente de la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (FOICA), expresó su profunda preocupación por la magnitud de la crisis. En conversaciones con Juan Castillo, próximo a asumir como ministro de Trabajo y Seguridad Social, se destacó la necesidad urgente de que el gobierno extienda los beneficios del seguro de paro, ya que muchos trabajadores agotaron los plazos legales establecidos. Esta problemática fue abordada también con el actual ministro, Mario Arizti, sin que hasta el momento se hayan implementado soluciones efectivas.

La situación de Fricasa no es un caso aislado. Otros frigoríficos en el país enfrentan desafíos similares, con deudas millonarias que comprometen su operatividad y, por ende, la estabilidad laboral de miles de trabajadores. La crisis financiera en estas empresas generó una capacidad ociosa significativa en la industria, afectando no solo a los empleados directos sino también a toda la cadena productiva vinculada al sector cárnico.

La epidemia de fiebre aftosa a principios de los 2000 tuvo un impacto devastador en la industria cárnica uruguaya, llevando al cierre de plantas y a la pérdida de mercados internacionales. Aunque la situación actual no se debe a una crisis sanitaria, las repercusiones económicas y laborales son comparables, evidenciando la fragilidad del sector ante problemas financieros y de gestión.

Es imperativo que las autoridades, en conjunto con los actores de la industria, implementen medidas que permitan la reactivación de las plantas frigoríficas y la protección de los puestos de trabajo. La extensión del seguro de paro es una solución temporal; se requieren estrategias a largo plazo que aborden las causas subyacentes de la crisis financiera en el sector y promuevan su sostenibilidad y competitividad en el mercado global.

Fuente: www.msn.com

Publicidad