El riesgo silencioso: cómo un virus entre vacas y cerdos podría desatar la próxima pandemia
El virus H5N1, causante de la gripe aviar, ha dejado de ser una amenaza exclusiva para las aves. Recientes brotes en ganado vacuno y señales de su adaptación a mamíferos han encendido las alarmas globales. Aunque aún no se transmite entre humanos, los científicos advierten que dos factores podrían acelerar ese salto evolutivo. La pregunta ya no es si podría pasar, sino cuándo y qué tan preparados estamos.
El origen del brote y su salto a mamíferos

Brasil reportó en mayo de 2025 su primer caso de gripe aviar altamente patógena en una granja comercial, provocando la suspensión inmediata de exportaciones de carne avícola por parte de socios clave como China y la Unión Europea. Este episodio se suma a una preocupante tendencia: la propagación del virus H5N1 en mamíferos, incluyendo vacas y elefantes marinos.
El virus, identificado por primera vez en Hong Kong en 1997, ya ha demostrado una alta letalidad y capacidad de adaptación. En 2022, diezmó una colonia de elefantes marinos en Argentina, contagiándose entre ellos sin intervención aviar, un evento sin precedentes. Poco después, se detectó en vacas lecheras estadounidenses, marcando una nueva etapa en su evolución.
Desde entonces, más de 60.000 pruebas fueron realizadas en EE.UU. y 66 casos humanos han sido confirmados, casi todos relacionados con el contacto con animales infectados. Una de esas víctimas murió, convirtiéndose en el primer fallecido en territorio estadounidense por esta causa.
Cerdos: el laboratorio perfecto para la mutación viral
Aunque las vacas preocupan, los científicos tienen especial atención en los cerdos. Su capacidad para infectarse con virus humanos y aviares simultáneamente los convierte en “mezcladores” biológicos. Allí, los virus pueden combinarse y generar nuevas cepas más transmisibles para los humanos.
Este fenómeno, llamado reordenación genética, ya ocurrió en el pasado: la pandemia H1N1 de 2009 se originó así. En octubre de 2024, dos cerdos en Oregón dieron positivo a una cepa de H5N1. Aunque los casos fueron aislados, los expertos advierten que podría ser solo la punta del iceberg. Donde hay aves, cerdos y humanos en contacto, hay riesgo.
Vacas lecheras y trabajadores: otro frente de riesgo
Las granjas lecheras estadounidenses enfrentan una crisis. El virus se transmite entre vacas por el equipo de ordeño y se concentra en su leche. La protección de los trabajadores agrícolas es clave, pero los equipos de bioseguridad a menudo se usan de forma irregular. Muchos infectados presentan conjuntivitis, posiblemente por exposición ocular al virus.
Colorado y California han implementado medidas tardías pero necesarias: cuarentenas, testeos obligatorios de leche y bioseguridad reforzada. Sin embargo, las dimensiones del brote y la falta de protocolos sólidos dificultan el control.

¿Qué podría detonar una pandemia y cómo prepararse?
Una sola mutación podría facilitar la adhesión del H5N1 a las vías respiratorias humanas. Ya se ha detectado esta variación en un adolescente canadiense. Aunque no se ha confirmado transmisión entre humanos, los CDC advierten que ese cambio puede darse repentinamente, sin aviso.
Actualmente, se considera que el riesgo para el público general es bajo. Pero los expertos exigen vigilancia intensiva, vacunación contra la gripe estacional, y evitar leche sin pasteurizar. Si el virus muta y se propaga entre humanos, las vacunas candidatas podrían utilizarse para contener los primeros focos. Aún hay tiempo. Pero no tanto.
Fuente: National Geographic.