Europa publica un informe sobre bienestar animal en ganado vacuno
La Comisión Europea (CE) solicitó a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) que emitiera un dictamen científico exhaustivo sobre el bienestar del ganado vacuno, que incluía al ganado de engorde, las vacas nodrizas, los terneros nodrizas y los toros reproductores.
A este respecto, la EFSA ha publicado su evaluación, que se centró en identificar consecuencias relevantes para el bienestar relacionadas con prácticas de crianza comunes y medidas adecuadas para mejorar el bienestar del ganado vacuno en las granjas.
En su análisis, recomiendan que se aumente el espacio de alojamiento para los animales y que se usen suelos cómodos para su reposo, ya que un entorno “monótono y poco estimulante” impide que el ganado “se comporte con naturalidad”. De este modo, desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria advierten que prácticas contrarias “pueden provocar estrés y aburrimiento” en los animales.
Por otra parte, comentan que el ganado criado en interiores “debe contar con una cama suave, espacio suficiente, acceso a forraje, acceso al exterior y cepillos para rascarse”. De igual manera, subrayan que “siempre debe tener acceso a agua limpia y pertenecer a grupos sociales estables”.
En cuanto al ganado que se mantiene al aire libre, desde la EFSA señalan que también debe tener agua disponible en todo momento y un refugio de fácil acceso “para protegerlo del frío y el calor extremos”.
Asimismo, Europa insiste en que “se debe evitar la cría de ganado vacuno para obtener características extremas, como la hipermuscularidad, porque estas características están vinculadas a importantes problemas de bienestar”. También mencionan las mutilaciones, las cuales califican de “dolorosas”, afirmando que solo deben realizarse por razones médicas. “De ser necesarias, es fundamental utilizar analgésicos y anestesia, independientemente de la edad del ganado”, inciden.
Por último, la EFSA recuerda que algunas de las Medidas Basadas en Animales (ABMs, por sus siglas en inglés) pueden evaluarse en el sacrificio para obtener información sobre las condiciones de crianza de los animales en la granja de origen. Así, lo ejemplifican con la evaluación de lesiones pulmonares y cutáneas.