Las exportaciones brasileñas de carne vacuna fueron récord en abril. Todavía no se cuenta con los datos de todo el mes, pero hasta el 27 -restando dos días hábiles- acumulaba más de 203 mil toneladas peso embarque. Con un ritmo diario de ventas al exterior de 9-10 mil toneladas, sumará alrededor de 220 mil toneladas en el mes, superando con holgura el anterior récord mensual, de diciembre pasado, de 203 mil toneladas.

Se trata nada menos que del principal exportador mundial, por lo que su abultado saldo exportable pesa sobre los equilibrios del mercado internacional, más aún en momentos en los que la demanda de China, el principal importador, no es intensa.

Brasil atraviesa por el momento de mayor intensidad de la fase de liquidación del ciclo ganadero. Sin embargo, empieza a consolidarse la expectativa de que esta no durará mucho tiempo más y que en algún momento del segundo semestre de este año la liquidación comenzará a revertirse. El principal responsable de la liquidación es el bajo precio de los terneros. Esto lleva a los criadores a tomar la decisión de liquidar parte de su rodeo de cría, enviando los vientres a faena con el consecuente aumento de la oferta y de la producción de carne. Por lo tanto, bajan los precios.

Pero en las últimas semanas se comenzó a observar un incipiente aumento en el precio de los terneros en algunos estados brasileños. En San Pablo, por ejemplo, el ternero de 8 meses y cerca de 200 kilos subió de R$ 8,8 por kilo a fines de marzo a R$ 9,7 un mes después, una recuperación de 10%. Todavía no se trata de una situación generalizada, pero en otros estados también se dieron subas y no fueron muchos en los que el mercado siguió mostrándose deprimido. Esto dejaría atrás dos años de consistentes bajas en los precios de los terneros.

La recuperación del precio de esta categoría será la clave para que los criadores opten por quedarse con más vacas dentro del rodeo de cría, disminuyendo la oferta a frigorífico y comenzando con un proceso de recomposición de existencias en el que la oferta baja y los precios suben.

Por lo tanto, lo esperable es que en un mediano plazo la oferta en Brasil comience a ser más escasa, los precios tiendan a subir y el saldo exportable -si se mantiene la demanda interna- a caer.