Inocuidad de los marinados y adobos en productos cárnicos a base de pollo
La seguridad alimentaria y la calidad son de suma importancia; la industria alimentaria ha hecho grandes avances en el desarrollo y la implementación de tecnologías y prácticas que aseguran la inocuidad de los alimentos que llegan a nuestras mesas.
- La carne de pollo es una de las más consumidas a nivel mundial debido a su versatilidad, economía y el menor impacto ambiental de su producción comparado con otras carnes. Sin embargo, es susceptible a numerosos patógenos si no se maneja adecuadamente.
El marinado y los adobos son técnicas utilizadas no solo para mejorar el sabor y la ternura del pollo, sino también para extender su vida útil mediante la incorporación de preservativos y antioxidantes naturales o artificiales, sin embargo, estos procesos deben ser monitoreados de cerca para garantizar que cumplen con los estándares de inocuidad alimentaria.
Uso de empaques Inteligentes para preservar la inocuidad del pollo marinado
El concepto de empaques inteligentes se refiere al uso de materiales y tecnologías que proporcionan funciones más allá del simple envase, estos pueden incluir:
- La monitorización de la calidad
- La mejora de la barrera protectora contra contaminantes y patógenos
- La capacidad de interactuar con el producto para extender su vida útil o mejorar la seguridad
En el contexto de los productos cárnicos de pollo marinados y adobados, los empaques inteligentes pueden integrar indicadores que cambian de color cuando el producto comienza a deteriorarse o cuando ha estado expuesto a temperaturas inadecuadas.
Monitoreo inteligente
Los empaques inteligentes incorporan sensores y mecanismos que permiten recopilar y analizar datos críticos sobre el estado del producto envasado. Entre los parámetros monitoreados se encuentran:
- Temperatura: Sensores que registran las fluctuaciones térmicas durante el transporte y almacenamiento, alertando sobre posibles daños por frío o calor excesivo.
- Gases: Indicadores que detectan la presencia de gases como el dióxido de carbono y el oxígeno, indicadores de la descomposición o deterioro del producto.
- Humedad: Sensores que controlan los niveles de humedad dentro del envase, previniendo el crecimiento de moho y bacterias.
- Impacto: Etiquetas sensibles a golpes alertan sobre daños físicos que puedan afectar la integridad del producto.
Las regulaciones para el marinado y adobo de pollo varían considerablemente de un país a otro. Aunque organizaciones internacionales como la FAO y la OMS proporcionan directrices generales, estas regulaciones suelen especificar los tipos de ingredientes permitidos en los adobos y marinados, las concentraciones aceptables de conservantes y la información nutricional que debe ser claramente etiquetada.
Además, los estándares de la industria dictan procedimientos de calidad como el pH del adobo, que puede afectar la capacidad del producto para controlar el crecimiento microbiano.