La industria cárnica tiene que aunar fuerzas y seguir potenciando el consumo de productos como filetes o hamburguesas de origen animal, pero sobre todo comunicando las buenas prácticas en materia de sostenibilidad y/o bienestar animal.

En esta ocasión hablamos con Josema Catalina, nutricionista e influencer con más de 56.900 seguidores en Instagram. Con un Máster en Nutrición deportiva y autor del libro ‘El diseño humano’, Catalina es firme defensor del consumo de carne. Entre su labor se encuentra la de derribar mitos relacionados con la carne, con datos y argumentos científicos relacionados con el mundo de la alimentación y que constantemente es atacado por estos motivos. Esto es lo que nos ha contado:

Pregunta. En alguna ocasión has afirmado que “engordamos con más facilidad comiendo menos, porque no comemos lo que debemos”… ¿Incluyes aquí la falta o el exceso de consumo carne?

Respuesta. Concretamente, con esa afirmación me refiero a la escasez de consumo de carne en nuestra dieta. Si vamos a un restaurante, antes del plato principal que normalmente es la carne, tomamos un vermut, unas cervezas, entrantes con salsas, panes… A continuación probamos la ensalada que suele ser muy bonita de ver, pero que nutricionalmente no alimenta nada. Y cuando finalmente llegas al plato principal, en el que te ponen un filete con patatas fritas en aceite vegetal, que es cancerígeno y que te hincha, al final lo que comes de carne se queda en nada… ¿Te ponen 100 gramos de filete si llega? Y poco más… A continuación, por supuesto, viene el postre y el chupito y, como te decía, poca carne hemos comido…

Así que la gente que ataca a los consumidores de carne por su mala salud, al final lo que ocurre es que esa alimentación no ha sido a base de carne, sino que sus problemas los causa el resto de alimentos y bebidas que acompañan a la carne. Yo siempre digo que con 100 gr de carne no se vive.  Personalmente, me gusta saciarme y al no comer pan, ni azúcar, ni postre… muchas veces me quedo con hambre. El problema no es la carne, es todo lo que te ponen alrededor de la carne.

“El problema en una dieta no es la carne, es todo lo que tiene alrededor”

P. Una de tus defensas más famosas en redes es en la que afirmas que no existe ni un solo estudio que demuestre que la carne produce cáncer… En temas de salud, ¿cómo enfrentamos este tipo de ‘fake news’? ¿De qué manera la industria cárnica y los consumidores pueden hacerles frente?

R. Es complicado, la gente, cuando se somete a un cuestionario en el que le preguntan si son consumidores de carne, responden que sí, pero realmente, ocurre la situación que hemos comentado antes. Todo el mundo que come carne, al lado tiene una cerveza o un plato de patatas fritas.

Visto esto, ¿la gente está realmente enferma por comer carne o por todo lo demás? Y sí, reitero la afirmación de que no hay ningún estudio que pueda afirmar que la carne produce enfermedades.

P. “Sustituir la carne roja por sardinas y boquerones evitaría cientos de miles de muertes en el mundo…” es un informe en contra de la industria cárnica al que han dado difusión la mayoría de medios generalistas. ¿Qué valoración te merece? ¿Por qué crees que tiene tanto éxito mediático este tipo de afirmaciones contrarias a la carne?

R. Parece que la gente que se preocupa por comer pescados azules, se preocupa más por su salud. Lo mismo pasa con los informes potenciando la dieta vegana. La gente que realmente no se preocupa por su salud, no diferencia entre carne y procesados… Al final, es muy fácil caer en el error. Hacen estudios con gente que come mucho pescado azul y puede ser que mejoren, pero ¿estarían igual de bien si introdujesen la cantidad correcta de carne?

“No hay ningún estudio que pueda afirmar que la carne produce enfermedades”

P. ¿Qué protagonismo tiene la carne en tu dieta o en la de las personas a las que asesoras como nutricionista?

R. Yo la recomiendo a diario. Es un alimento alto en nutrientes que nos aporta aminoácidos muy biodisponibles. El ser humano puede pasar sin comer carbohidratos, pero no aminoácidos que es lo que aporta la carne. Para mí es fundamental.

P. Dedicaste uno de tus videos más virales a hablar sobre los torreznos y si son o no saludables… ¿Puedes hacernos un resumen de las características y de lo que defendías? ¿En qué tipo de dietas se pueden incluir sin dañar a la salud?

R. Efectivamente. En el vídeo tratamos sobre las características nutricionales del producto, pero no de la manera de cómo se sirve o se prepara. La panceta de cerdo tiene un perfil lípido perfecto, tiene todo tipo de grasas o aminoácidos esenciales biodisponibles, y un alto poder saciante. El problema es cómo se cocina, que normalmente es frito con aceites vegetales. No es normal que te lo encuentres al horno.

Además, seguramente se haya utilizado aceite para freír otros productos y lo servirán con otros alimentos que comentábamos antes. Al final, dejar de ser sano, no por el producto, sino por la forma de cocinarlo y los acompañamientos.

P. ¿Puedes desarrollarnos ese término que defines como nutrición evolutiva y qué papel juega la carne en él?

R. Hay que echar la vista atrás, ver cómo estamos diseñados, cómo procesamos la energía, las necesidades que tenemos y cómo nos hemos alimentado para llegar hasta aquí. Gracias a la grasa saturada como la que puede aportar la carne, el cerebro de nuestros antepasados empezó a ser el que es ahora.

P. ¿Vive la sociedad y las redes dentro de una atmósfera de manipulación vegana? ¿Por qué están teniendo tanto éxito estas formas de alimentación contrarias a la carne?

R. Veo dos puntos importantes en este sentido. Por un lado, la desconexión de la realidad, sobre todo de los niños. Hoy en día no se les enseña que la carne viene de un animal, van con los padres a comprar y se piensan que los filetes vienen en bandeja y no lo relacionan con la vaca. Cuando se dan cuenta de que para tener carne hay que matar un animal, se asustan y empieza a triunfar el veganismo o el hecho de tratar a los animales como si fueran personas.

Y el otro punto importante es el referido a los intereses de la industria farmacéutica. Está claro que deja mucho más dinero un procesado vegano que un filete de carne. Un filete de carne repercute en el ganadero y poco más… Un producto vegano, sin embargo, beneficia al que lo produce los vegetales, al que trae los aditivos, a la farmacia, que es la encargada de paliar los resultados de esta comida, etc. Hay mucho más negocio alrededor de una hamburguesa vegana que de una hamburguesa pura de carne.