5 de junio de 2025 20:18 PM
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La almendra europea se consolida como referente de calidad y sostenibilidad

El cultivo ibérico, segundo productor mundial, exhibe variedades autóctonas y un modelo agronómico adaptado al cambio climático que seduce a transformadores y consumidores europeos.

Una gestión hídrica ejemplar, la implicación de miles de profesionales y un abanico de variedades autóctonas han convertido a la almendra europea –con España y Portugal como eje productivo– en un producto cada vez más demandado por la industria alimentaria y el consumidor final.

El almendro, cultivo leñoso plenamente integrado en el clima mediterráneo, aporta importantes servicios ecosistémicos: fija alrededor de 17 millones de toneladas de CO2 al año –equivalente a las emisiones anuales de la ciudad de Barcelona–, protege el suelo frente a la erosión y actúa como cortafuegos natural.

Guara, Constantí, Belona, Avijor-Lauranne o Penta son solo cinco de las numerosas variedades locales que distinguen a la almendra ibérica por su sabor, textura y aroma. Cada cultivo ofrece matices específicos, lo que abre un amplio abanico de aplicaciones gastronómicas e industriales.

Las 800.000 hectáreas de almendros que suman ambos países sitúan a la Península en el segundo puesto del ranking mundial de producción y exportación. El 31% de la almendra que se consume en el mundo se destina al mercado europeo (unas 487.000 toneladas), principal destino de las exportaciones hispano-lusas.

Proyecto ‘Sustainable EU Almond’

Para poner en valor este potencial, la organización española SAB-Almendrave y el Centro Nacional de Competências dos Frutos Secos (CNCFS) han lanzado la iniciativa “Sustainable EU Almond”, cofinanciada por la Unión Europea. La campaña se dirige a Alemania, Francia, España y Portugal y subraya el compromiso del sector con la sostenibilidad medioambiental y la proximidad.

El 79% de los almendros ibéricos se cultiva en régimen de secano y el 25% de la superficie está certificada como ecológica, cifras que superan las exigencias normativas comunitarias y refuerzan la credibilidad del sector ante la creciente demanda de productos de bajo impacto ambiental.

Sostenibilidad y calidad son, en definitiva, los ejes que explican el ascenso de la almendra europea, llamada a consolidarse como ingrediente estratégico para la industria alimentaria continental.

Más información: sustainablealmond.eu

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