30 de julio de 2025 16:56 PM
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La baja de retenciones a la carne no tendría impacto en los precios, pero abre interrogantes en el sector

Tras el anuncio realizado por el Gobierno en La Rural, donde confirmó una reducción en las retenciones a la carne, comenzaron a surgir diversas dudas sobre el impacto real que podría tener la medida en el mercado interno.

En diálogo con Diario San Rafael y FM Vos 94.5, el presidente de la Cámara de Abastecedores de Carne de Mendoza, José Rizzo, analizó la medida, sus implicancias en el precio de la carne y el estado actual de la ganadería en el país.


Según explicó, “tenía un 6,75 y va a quedar en un 5. Realmente es poco el porcentaje en el cual ha sacado retención a la exportación”. Esta modificación representa una baja de apenas 1,75 puntos porcentuales, algo que, en principio, no significaría una variación sustancial para el consumidor local.
Al referirse al destino de la carne argentina en el mercado internacional, Rizzo destacó que “la gran exportación se hace a China. Posteriormente nosotros exportamos a los mercados comunes europeos, a Israel y a otros países”. Señaló, sin embargo, que “en cuanto a China no hay problema porque ellos consumen un tipo de mercadería que nosotros no hacemos, que es la vaca de segunda”.
En cuanto al resto de los mercados, sí existe una competencia directa con el consumo interno, especialmente en el caso del novillo. “Ahí sí consumen más novillos que si realmente la Argentina no estuviera con una falta de stock ganadero como está desde hace años. Venimos manteniendo el mismo stock y la oferta realmente no se aumenta”, advirtió. En ese sentido, indicó que la falta de crecimiento en el stock de ganado podría generar alguna presión sobre los precios, pero no necesariamente como efecto directo de la baja de retenciones.
Consultado sobre si esta medida podría incentivar un incremento en las exportaciones, Rizzo consideró que “la exportación seguramente que se va a reafirmar, porque los valores internacionales son tentadores”, aunque aclaró que “el gobierno ha permitido la importación de carne, entonces va a cubrir gran parte de necesidades en la parte del sur específicamente”.
En relación con los precios en el mercado interno, fue enfático al señalar que “yo creo que no debería aumentar, excepto que la oferta sea muy, muy, muy escasa y tengamos que aumentar por fuerza mayor”. Para él, el escenario actual, marcado por la recesión y la caída del poder adquisitivo, dificulta cualquier incremento en los valores. “Tenemos un mercado interno que con una recesión, por diferentes cosas, diferentes situaciones que a la gente no le alcanza el dinero, por lo tanto vemos difícil ese incremento”, expresó.
Rizzo también se refirió a las dificultades que enfrentan las pequeñas y medianas empresas del sector cárnico. “Los comercios minoristas y la PYME estamos pasando por momentos críticos y necesitamos vender”, dijo. Agregó que “el hecho de que si llega a aumentar, a lo mejor tengamos que no actualizar todos los cortes o dejar pasar el aumento, ver de qué manera seguimos manteniendo nuestra unidad de negocio, ya que los servicios como la luz, alquileres, sueldos, transporte, distribución, logística, han aumentado considerablemente”.
En ese marco, detalló que “estamos esperando que se den los primeros días de mercado después de esta resolución, a ver cómo se va desarrollando el negocio y ver de qué manera lo enfrentamos”.
Sobre el tipo de carne que se exporta a China, aclaró que se trata de una vaca que ya cumplió su ciclo productivo. “La vaca vieja, que ya está de descarte, esa vaca que ya cumplió un ciclo, esa es la vaca que se exporta a China”, explicó. Y agregó que, si bien no está del todo comprobado, “yo creo que ellos la usan mucho para alimento de mascotas, también ellos usan mucho para moler, para cocinarla, para fiambre, para embutido. Como ellos cocinan mucho, generan una cocción muy profunda de su producto, pueden usarla para eso, pero también consumen cortes de primeros”.
Finalmente, fue consultado sobre si la quita de retenciones podría generar una recuperación del stock ganadero, que desde hace una década ronda en forma estable los 50 millones de cabezas. Al respecto, Rizzo señaló que “el ganadero, si fue ganadero, siempre trata de tener más estructura, más animales”, aunque remarcó que las políticas de los últimos años, junto con factores climáticos como la sequía, desincentivaron el crecimiento del sector. “Han ido perdiendo, han ido desanimando el negocio”, lamentó.
Por otro lado, recordó que se trata de una actividad que requiere tiempo: “La ganadería es un negocio muy a largo plazo. De aquí que se preña una vaca, de aquí que nace el ternero, de aquí que se hace la cría, la recría y el engorde, no menos de tres años pasa para que se produzca eso”. Por eso, aclaró que “si la política ganadera se empieza a reactivar, es un periodo a largo plazo”.

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