La carne de Brasil copa el mercado local: los millonarios que aprovechan el boom importador y movieron en el año más de US$ 15.000 millones
La tranquilidad que se instaló en el mercado cambiario desde hace ya varios meses en la Argentina, sumado a una mayor apertura a las importaciones , generó un fuerte ingreso de productos de todo tipo, un movimiento que hizo temblar a varios sectores. Los casos más palpables son tal vez los que tienen que ver con los rubros textil y tecnología, aunque hay otro que comienza a llamar mucho la atención, sobre todo por la representación que tiene para la economía argentina.
Según datos oficiales, desde que arrancó el año -y con la flexibilización del negocio importador– el ingreso de carne no para de crecer, con Brasil como principal beneficiado y con el 85% de las compras por parte de la Argentina .
El movimiento comprador mostraba un nivel tenue en el arranque de 2025. En enero se compraron 380 toneladas, y desde ahí siempre la tendencia fue al alza. En febrero se pasó a 1245 toneladas y en enero a 1469 toneladas.
Es decir que en el año se compraron al exterior 4178 toneladas de carne, por US$ 15.785 millones . Y dentro de este escenario, los frigoríficos brasileños son los que más tajada sacan. Solo si se toma en cuenta el dato de abril -el último oficial-, desde Brasil llegaron 1294 de las 1624 toneladas importadas, nada menos que el 85% del total.
Esta tendencia va en línea con lo que se viene observando en el sector alimenticio en general. A abril, las compras argentinas de alimentos en el exterior crecieron más de un 150% en menos de un año.
JBS, Minerva Foods y Marfrig son tres de los frigoríficos más fueres no solo a nivel regional sino también mundial, y son los que hoy aprovechan la fiebre importadora. Hoy, siempre de acuerdo con los números oficiales, los cortes ingresan a la Argentina con un precio medio de US$ 2,5 por kilo, por debajo de lo que ofrecen los productores locales y, como ocurre en otras ramas, una situación que termina por inclinar la cancha en favor de los productos que llegan del exterior.
JBS: un gigante y dos hermanos polémicos
JBS, un peso pesado a nivel mundial con presencia en 24 países, es una de las compañías que saca provecho de la conveniencia cambiaria. En Brasil cuenta con 19 plantas y una capacidad de procesamiento de más de 51.000 cabezas al día y una facturación cercana a los US$ 50.000 millones anuales.
Sus dueños lograron armar un imperio pero en los últimos años sus nombres estuvieron más ligados a escándalos de corrupción que a los negocios, a tal punto que estuvieron seis meses presos.
Los hermanos Joesley y Wesley Batista son los mayores accionistas de la empresa a través de J&F Investimentos, y acumulan una fortuna cercana a los US$ 4.800 millones. Ambos enfrentan acusaciones por corrupción transnacional en Estados Unidos y por uso de información privilegiada en Brasil, vinculadas al momento en que se destapó su red de sobornos.
Entre otras cosas, se los acusó de pagar sobornos a inspectores de carne en Brasil, de entregar comisiones ilegales a financistas del Estado y de financiar campañas políticas de más de 1.800 dirigentes brasileños con aportes no declarados. En Estados Unidos, JBS y sus subsidiarias enfrentan cargos por manipulación de precios, salarios, violaciones a las leyes contra el trabajo infantil, además de denuncias por discriminación y acoso.
Minerva Foods: la pata árabe
JBS tuvo presencia en la Argentina durante algunos años, aunque en 2017, justamente en medio de esta serie de escándalos, decidió achicar su presencia en algunos mercados, y así salió también de Uruguay y Paraguay.
Para ejecutar esa salida JBS vendió por US$ 300 millones su participación en esos tres países a otro gigante de la región, Minerva Foods, que factura unos US$ 6000 millones anuales. Hoy está manejada por la familia Vilela de Queiroz, que la fundó en 1992, aunque hoy tiene el 15,4% del paquete accionario.
Quien cuenta con la mayor parte de las acciones (el 21%) es la Compañía Saudí de Inversión Agrícola y Ganadera (SALIC), propiedad de Mohammed bin Salman, el príncipe heredero al trono y primer ministro de Arabia Saudita, con una fortuna de US$ 1000 millones .
SALIC opera dentro del Fondo de Inversión Pública, el fondo soberano de ese país, uno de los más grandes del mundo, con activos totales estimados en US$ 925.000 millones , y que fue creado en 1971 con la intención de invertir fondos en nombre del Gobierno de Arabia Saudita.
Esa diversificación llevó al fondo a probar suerte en compañías tan diversas como Uber, Live Nation, Boeing, Citigroup, Berkshire Hataway o Meta Platforms, entre muchas otras.
Hoy el activo más destacado -al menos por marca- de Minerva Foods en la Argentina es Swift.
Marfrig: fusión y viejo conocido del mercado argentino
Marcos Molina dos Santos, tiene una fortuna de US$ 640 millones y es el dueño de otro peso pesado brasileño, Marfrig, que es otro de los que ve con buenos ojos la conveniencia cambiaria. Tiene peso propio en la Argentina ya que cuenta con el 92% del paquete de Quickfood, firma histórica en el mercado de la carne, una operación que se movió en torno de los US$ 60 millones, operación que le compró a la también brasileña BRF en 2019.
Marfrig hoy factura unos US$ 24.000 millones y ahora va por más . Acaba de anunciar que fusionará sus operaciones justamente con BRF, con lo que nacerá MBRF, una empresa con un capital de US$ 27.000 millones. Tiene, además, un valor de mercado de US$ 2.990 millones y complejos industriales en países como Estados Unidos, China, Japón, Arabia Saudita, Turquía, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
La empresa está especialmente centrada en el mercado vacuno, mientras que BRF es una de las mayores exportadoras de pollo del mundo y tiene importantes operaciones en carne procesada y cerdo.