22 de julio de 2025 08:43 AM
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La soja al borde del abismo o del despegue: ¿se viene un rally por el aceite o el derrumbe por la sobreoferta?

Los alcistas apuntan al impresionante repunte del aceite de soja, que vuelve a acercarse a sus máximos históricos de 2023, y a los pronósticos de calor extremo en regiones clave de producción en EE.UU. Los bajistas mantienen la cautela ante un panorama global de sobreoferta y la posible formación de un doble techo técnico.

El mercado de la soja se encuentra en una encrucijada crítica mientras los operadores intentan descifrar el próximo gran movimiento. Por un lado, los alcistas apuntan al impresionante repunte del aceite de soja, que vuelve a acercarse a sus máximos históricos de 2023, y a los pronósticos de calor extremo en regiones clave de producción en EE.UU. Por otro lado, los bajistas mantienen la cautela ante un panorama global de sobreoferta y la posible formación de un doble techo técnico.

Los datos semanales de exportación de EE.UU. publicados recientemente por el USDA mostraron ventas en el extremo inferior de las expectativas para la soja vieja (271.900 toneladas), aunque mejores a lo esperado para la nueva cosecha (529.600 toneladas). Aun así, no fueron suficientes para disipar las dudas que nublan el panorama.

Uno de los mayores desafíos estructurales sigue siendo la creciente acumulación de harina de soja, con un exceso de oferta que presiona los márgenes y mantiene al subproducto como el “rezagado” del complejo sojero. Mientras tanto, Sudamérica continúa expandiendo su frontera agrícola y sumando hectáreas productivas, lo que amenaza con agravar aún más el exceso global del poroto y de la harina.

China, el principal comprador mundial de soja, también siembra incertidumbre. Además de trabajar activamente para reducir su dependencia de importaciones desde EE.UU., nuevos rumores indican que un posible acuerdo comercial entre ambos países podría demorarse hasta octubre o noviembre. Esta falta de claridad genera nerviosismo entre los operadores y limita la toma de decisiones de venta.

Desde el punto de vista técnico, los traders están divididos: algunos temen que el repunte del aceite de soja sea solo una ilusión temporal, mientras que otros creen que apenas estamos viendo el comienzo de un nuevo ciclo alcista. En este contexto, muchos productores están atentos a señales claras que les permitan fijar precios con más confianza.

Rebote sin fundamentos: el mercado sigue bajo presión

Los mercados agrícolas experimentaron un repunte en los últimos días, pero los analistas advierten que este movimiento no implica un cambio de tendencia a largo plazo. La suba reciente parece estar más relacionada con coberturas de posiciones bajistas que con noticias alcistas concretas.

No hay señales claras de nuevas compras por parte de China ni avances significativos en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, lo que limita el entusiasmo en los mercados. De hecho, los datos preliminares muestran que el trigo fue el único cultivo que registró un aumento en el interés abierto, lo cual indica que los fondos especulativos aún mantienen una postura bajista.

En el plano climático, el foco está puesto en lo que suceda a partir del 23 de julio en EE.UU. Se espera un aumento significativo de las temperaturas en el suroeste del Medio Oeste y en las llanuras del sur de EE.UU., con máximas que podrían superar los 38 °C. A pesar de esto, gran parte del cinturón agrícola mantendría temperaturas más moderadas, entre 27 y 32 °C, acompañadas de lluvias frecuentes. Este patrón de clima cálido y húmedo, aunque no es ideal, todavía permite sostener condiciones razonables para los cultivos.

Con perspectivas de cosechas abundantes en EE.UU., el mercado sigue sin encontrar fundamentos sólidos para sostener una recuperación. Analistas coinciden en que no es el momento de buscar mínimos estacionales; por el contrario, se estaría formando un techo secundario que podría marcar nuevas bajas en las próximas semanas.

Brasil pierde competitividad y EE.UU. vuelve al centro de la escena

En el mercado global de soja, sin señales claras, a pesar de rumores sobre compras chinas a EE.UU., no hubo confirmaciones, y los aranceles siguen afectando las ventas hacia destinos clave como Europa, México y Asia. En Brasil, las primas subieron con fuerza hace 10 días atrás, pero los compradores no convalidaron esos valores, lo que debilitó su competitividad. Esto abrió la puerta a posibles nuevas ventas desde EE.UU., sin ser confirmadas estas ventas a destinos desconocidos por el USDA, que empieza a recuperar protagonismo luego de meses de liderazgo sudamericano.

Sin embargo, el repunte estadounidense no alcanza para cambiar el panorama general. En China, el precio de la harina sigue presionado por una oferta que crece más rápido que la demanda. Aunque la producción de alimentos balanceados aumentó, el consumo de carne no crece al mismo ritmo, y la sobreoferta en sectores como el avícola mantiene deprimidos los precios y los márgenes.

El mercado de soja cerró la semana pasada con una nota positiva, impulsado por una fuerte actividad de compra por parte de China. Fuentes del sector indican que los compradores asiáticos habrían adquirido múltiples cargamentos de soja brasileña y de Argentina para entrega en los próximos meses.

El mercado agrícola se mueve con señales positivas gracias a una combinación de factores técnicos, climáticos y políticos. El South China Morning Post anticipó una posible reunión entre Trump y Xi antes de la cumbre de APEC, lo que reavivó las expectativas de mejoras en las relaciones comerciales entre EE.UU. y China.

Todo esto ocurre en el contexto de una economía china afectada por la deflación, bajos salarios reales, menor crecimiento de ingresos y una fuerte pérdida de confianza. El gobierno de China busca frenar las guerras de precios en sectores clave, incluyendo el agroindustrial, pero sin señales claras de éxito.

A nivel técnico, los gráficos del complejo soja muestran señales de fuerza con rupturas de resistencias recientes, aunque el mercado de aceite podría estar mostrando señales de agotamiento. Con la demanda firme desde Asia y un mercado expectante frente a nuevas noticias, los operadores se preparan para las típicas semanas de un “mercado climático”, donde cada pronóstico de lluvia o sequía puede mover el tablero.

El mercado de la soja navega un mar de incertidumbres, atrapado entre señales técnicas contradictorias, fundamentos globales pesados y negociaciones comerciales estancadas. Aunque existen factores que podrían sostener los precios en el corto plazo, como el calor en EE.UU. y la fortaleza del aceite, el riesgo de una caída si no se concreta un acuerdo de EE.UU. con China antes de la cosecha es real. Los próximos días serán decisivos para definir si estamos ante un nuevo rally o frente a una corrección más profunda.

Fuente: Clarin

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