Uruguay mantiene su régimen arancelario en EE.UU. y se abre una oportunidad ante la suba para Brasil
En un escenario internacional marcado por decisiones unilaterales del gobierno de Estados Unidos en materia arancelaria, Uruguay logró conservar su régimen actual para exportaciones de carne bovina: una sobretasa del 10% dentro de la cuota de 20.000 toneladas y 36,4% fuera de ella. Así lo confirmó el economista Álvaro Pereira, jefe de Acceso e Inteligencia de Mercado del Instituto Nacional de Carnes (INAC), en diálogo con Valor Agregado de radio Carve en donde además analizó el impacto que tendrá la reciente imposición de un arancel del 76,4% a las exportaciones de carne brasileña hacia EE.UU.
“Estados Unidos invocó una ley de emergencia nacional para establecer estos aranceles, algo muy inusual y que marca lo excepcional del momento”, explicó Pereira.
Una decisión que afecta al mercado global
La medida estadounidense —que prorroga el régimen anterior y aplica un castigo comercial a Brasil— responde a un argumento de “desequilibrio comercial” enmarcado en una legislación de emergencia, y no en acuerdos multilaterales como los tratados de libre comercio. Esto permite decisiones rápidas pero temporales, como la que mantuvo el 1° de agosto la sobretasa de 10% para Uruguay.
En contraste, Brasil queda con un arancel total del 76,4% al haber agotado su cuota y recibir un recargo del 50% sobre el 26,4% que ya pagaba fuera de cuota.
“Brasil pasó de no tener participación a representar el 20% de la carne importada en EE.UU. en apenas tres años. Eso muestra el nivel de apetito por carne y el peso que ha ganado en el mercado”, apuntó Pereira.
¿Oportunidad para Uruguay?
Uruguay, que ya destina un tercio de su volumen exportador a Estados Unidos, podría beneficiarse indirectamente de esta restricción a Brasil, aunque el economista relativizó el impacto en términos de volumen.
“Quizás no haya tanto margen para incrementar envíos, pero sí para que los precios se ajusten al alza por la menor disponibilidad de carne magra brasileña”, señaló.E ste tipo de carne, que incluye recortes y cortes magros como bola de lomo o cuadrada, es la que Uruguay ya viene colocando en EE.UU., mientras Europa continúa siendo el principal destino de cortes premium y China absorbe productos con hueso o del delantero.
Con el acceso a EE.UU. fuertemente restringido, Brasil deberá redirigir buena parte de sus exportaciones, que alcanzaron 250.000 toneladas en 2024. Pereira anticipó que ese volumen buscará nuevos mercados, como China, el sudeste asiático, Medio Oriente y el norte de África. También mencionó un posible movimiento triangular con México: “México tiene arancel cero para carne importada. Es posible que reciba carne de Brasil para compensar la que exporte a EE.UU., también sin arancel.
”En este contexto, Uruguay mantiene ventajas arancelarias frente a Brasil, aunque aún no logra competir con las condiciones de acceso de México o, potencialmente, de Argentina si logra un acuerdo con Estados Unidos. Sobre este último país, Pereira señaló que todavía no hay información suficiente como para evaluar su impacto en la competitividad regional.
China, estable pero vigilante
En cuanto a China, segundo destino en importancia para Uruguay, el economista describió una situación “normalizada”, sin los crecimientos explosivos de años anteriores, pero con un flujo sostenido y saludable. Hasta julio, Uruguay exportó unas 100.000 toneladas a ese país, similar a lo registrado en 2024.
El INAC también está atento a la posible aplicación de una salvaguarda por parte del gobierno chino, cuyo proceso de análisis culminaría a fines de agosto. “Se colaboró intensamente con las autoridades chinas, pero ahora están en una etapa interna de evaluación y no hay mayor interacción con las partes interesadas”, indicó Pereira.