27 de marzo de 2024 11:49 AM
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Un caso de Spiroplasma en Villa Minetti: El ganadero Juan Manuel Alberro describe que, a pesar de las aplicaciones, nada logró frenar el daño que la llegada de la chicharrita provocó al maíz

El maíz es un cultivo estratégico para la nutrición de los animales y en especial en los procesos de terminación de la hacienda y en la recría, cuando se suplementa el ganado bovino con silos de planta entera. También es un insumo clave para la producción de animales de pedigrí.

En la Estancia La Careta, ubicada en Villa Minetti, en el extremo noroeste de Santa Fe, hacen todo eso: producen maíz y tienen el ciclo ganadero armado de punta a punta, desde la genética hasta la terminación de novillos para la faena.

Esta campaña sembraron maíz como lo hacen cada año. Pero no contaban con el avance de la chicharrita desde provincias ubicadas más al norte del país. La plaga que tiene en jaque a toda la región maicera, los agarró a pleno.

“El 70 u 80% de los lotes están prácticamente perdidos, porque incluso el otro problema que hubo es que no (la plaga( dio aviso, por lo que no se pudieron hacer aplicaciones preventivas o combatirla a tiempo”, dijo Juan Manuel Alberro, el propietario de ese establecimiento.

“Uno de los lotes con maíz directamente lo picamos y a otro lo cosechamos y terminó dando 2.000 kilos, cuando por el desarrollo que venía teniendo tendría que haber logrado un rinde de 6.000/7.000 kilos por hectárea”, agregó el ganadero.

Cuando detectaron el ataque de la chicharrita comenzaron a hacer aplicaciones para evitar más daños, pero ya era tarde. Además Alberro contó que “las aplicaciones nos son la solución, porque es un insecto que se mueve mucho, a grandes distancias, entonces creo que el control debería ser más regional”.

 

De todos modos, se pusieron al hombro el combate del insecto porque sabían que las pérdidas podían ser enormes.

“Hicimos tres aplicaciones en todos los lotes, entre B2 y B6; hubo dos lotes intermedios que lo agarramos en B4. En esos maíces que tuvieron tres aplicaciones se observa un muy buen desarrollo visual del cultivo. Es decir, de unos 7.000/8.000 kilos. Pero no creo que den más de 4.000 kilos porque tiran tres choclos por planta y no los llegan a llenar, el choclo queda como a mitad del proceso”, indicó.

La chicharrita es apenas un insecto vector de una enfermedad vegetal, la spiroplasma, que se introduce dentro del choclo y causa los estragos denunciados por los productores. Quizás el aspecto de la planta siga siendo óptimo, pero seguro caerán los rendimientos.

En un video que envío a Bichos de Campo Alberro muestra el impacto de la chicharrita e indicó que los maíces más relucientes “son los más afectados a pesar de que tienen 2 fumigaciones. De 80 o 90 quintales presupuestados cosechamos 20. En los que no se hicieron aplicaciones la pérdida es total”, indicó.

En otro video también cuenta que hay daños muy claros a simple vista. “En algunos casos las plantas quedan a media altura, deberían tener dos metros y apenas cubren el alambrado, florecen a esa altura y no tiran nada, no queda otra opción que picarlo. Estamos hablando de miles y miles de hectáreas en Santa Fe”, advirtió.

Fuente: Bichos de Campo

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