16 de abril de 2024 10:27 AM
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Nubarrones en el (buen) futuro de la ganadería

La ganadería argentina sigue en problemas. Las exportaciones seguirán creciendo pero probablemente con precios internacionales a la baja.

Parafraseando al reconocido especialista Ignacio Iriarte, cuando afirma: “La ganadería argentina tiene un gran futuro…lástima que siempre sea futuro”, el análisis hoy resulta, al menos, complejo. Y no es porque en el mediano, largo plazo, no se prevea como una de las actividades fuertes del país, en realidad, la primera (aún antes de la Colonia), y la que fue capaz de sortear todos los escollos e intervenciones que se le fueron imponiendo a lo largo del tiempo sino, más vale, por la cantidad de dudas aún sin respuesta, en lo inmediato. Y eso vale tanto para el frente interno, como para el internacional.

De hecho, fue recién en estas últimas décadas cuando se comenzó a hacer un trabajo sistemático de apertura y consolidación de nuevos mercados que permitieron salir del “estancamiento” histórico de 8%-15% de exportaciones para, prácticamente, duplicar esos volúmenes. Hasta ahí, solo la Cuota Hilton para la Unión Europea, era lo más expectante, pero luego se sumó (desde mediados de los ’90) la Cuota Estadounidense (que luego se perdió por la aftosa y se volvió a recuperar), después vino la Cuota 481, el reciente mercado de Israel y, fundamentalmente, el gran mercado chino que se despertó, no solo para la Argentina, hace apenas 1,5-2 décadas atrás.

Hasta ahí, solo se trabajaba para el poderoso mercado interno. Era la prioridad, y se exportaban los “excedentes”, de hecho, hace pocos años atrás la actividad era regida por “la mesa de los argentinos”, y obviamente, eso tiene un costo.

A favor del futuro ganadero se puede decir ahora que el consumo local, aunque comenzó a diversificar su ingesta con otros tipos de carnes, rojas y blancas, sigue prefiriendo a la vacuna. También en el exterior, este producto que en casi todos lados es considerado “premium”, en buena medida por el costo y el tiempo que lleva producirlo (muy superior al de las carnes de pollos, cerdos, y hasta muchas veces los peces), se sigue consolidando en la medida que continúa mejorando el poder adquisitivo en grandes regiones, caso la India, China, y otros países asiáticos. Y el último gran factor, o tal vez, el primero, es que hay muy pocos lugares en el mundo donde se pueda producir económicamente carne vacuna, y mucho más “a pasto”. La falta de climas adecuados, agua dulce en cantidad, y las crecientes exigencias que está imponiendo el factor ambiental, acotan sensiblemente las posibilidades de buena parte de los competidores.

Sin embargo, los nubarrones son alarmantes, y no solo por el terreno perdido por la Argentina que en muy pocos años fue superada, por ejemplo, por casi todos los vecinos que hoy exportan a más destinos y, en el caso de Brasil, directamente se transformó en el principal exportador mundial, aunque su nivel de consumo interno es todavía muy bajo, y con su muy alta población, es probable que en algún momento no muy alejado mejore su ingesta de carne vacuna, achicando parcialmente sus volúmenes de exportación.

El caso es que en el corto plazo, los datos no son demasiado alentadores, y la ganadería vacuna es un negocio de mediano-largo plazo que requiere de condiciones estables (políticas y económicas) para poder desarrollarse. Por ejemplo, y teniendo en cuenta que todavía el consumo local es de alrededor de 70% de lo producido, la gran pregunta es que surge es: ¿Cuándo deja de caer la demanda interna?. Es que frente a la inflación, a los cada vez mayores costos de producción, el sinceramente de las tarifas, y el derrumbe general del consumo local, la carne vacuna no es la excepción, y la fuerte tensión entre los eslabones de la cadena es inocultable.

Se espera que este año las exportaciones de carne rompan el techo del millón de toneladas.

Se espera que este año las exportaciones de carne rompan el techo del millón de toneladas.

Según el informe mensual de Ciccra, “en marzo el valor de la hacienda comercializada en el mercado de Cañuelas se ubicó en $ 1.433,3 por kilo vivo. En relación a febrero se observó una baja estacional del 0,5%, producto de las caídas en los precios de las categorías vacas y toros, que más que compensaron las subas observadas en las restantes categorías de animales”. Pero después de la seguidilla de feriados por Pascua y Malvinas, las cotizaciones siguieron cayendo, como resultado de la gran retracción del consumo interno. Solo la mejora de los campos ganaderos, debido a las precipitaciones que, aunque irregulares, fueron rescatando áreas para la producción evitaron, hasta ahora, que las cotizaciones se desplomen del todo, al haberle puesto un freno -relativo- a la oferta permitiendo “agregarle kilos baratos (de pasto)” en el campo.

Es cierto también que, aunque lejos de aquellos “picos” del 2022, según Ciccra, “el precio promedio de febrero de la hacienda en pie comercializada en el mercado de Cañuelas había subido 306,4% (analizado), casi igualando el ritmo de aumento del nivel general del índice de precios mayoristas”. Pero preocupa que siga la caída del consumo (y de los precios), y aunque no hay la sobreoferta por la seca del año pasado, todavía es alta la faena de hembras y la baja del precio del ternero y de la vaca, que deprimen el negocio de la cría.

Y, si como se espera, es mayor oferta de hacienda hacia el 2º semestre, y probablemente con nula, o apenas incipiente recuperación del consumo doméstico a partir de junio-julio, entonces no hace falta demasiado para prever que los precios van a estar más flojos y/o habrá aumentos en los plazos de venta.

¿Y la exportación? ¿Podrá ayudar como lo viene haciendo ahora al sostener, con su demanda, parte de la caída del consumo interno?. Es cierto que las ventas al exterior vienen siendo récord y se podría, finalmente, llegar a exportar más de un millón de toneladas en el año. Sin embargo, los indicadores no son demasiado alentadores. Según Iriarte en Informe Ganadero, los datos más salientes son que: “somos más caros en dólares (lo que nos saca de mercado frente a los vecinos); a dos meses del cierre de la otrora codiciada Cuota Hilton, todavía falta cumplir un 20% del volumen; y si bien la capacidad instalada de la industria excede la oferta y los volúmenes de exportación se ubican entre los más altos históricamente, las cotizaciones internacionales siguen sin reaccionar”. Más volumen, pero menos precio. China ya se está llevando casi 77% del total, y paga mucho menos que el año pasado, lo que podría agudizarse ante la presión de venta del vecino Brasil “cuya producción de las tres principales carnes este año llegará a 30,9 millones de toneladas, un volumen que implica un incremento del 4%, si se compara con 2023”, según Iriarte, y de este volumen, más del 30% ya corresponde a la producción de carnes rojas..

En el plano local el gráfico de valores promedio es claro: de un un pico de más de U$S 6.700/tn a fines de 2011, se bajó en la actualidad a menos de U$S 3.000/tn. (Ciccra). El dato adicional que, lamentablemente no se puede excluir, es la agravada situación bélica entre Rusia y Ucrania, que ya lleva 26 meses, ahora ampliada a Cercano y Medio Oriente que involucra a Irán, Irak, Palestina, e Israel, entre otros, varios de ellos “clientes” de la Argentina, pero inmersos en una situación que puede escalar a niveles inusitados con derivaciones a China y a Europa en forma directa. En el mejor de los casos, va a aumentar el precio del petróleo, se van a encarecer más aún los fletes largos como el de Argentina, y los países en conflicto deberán destinar más recursos a las armas, que a la comida.

Y es mejor ni plantear lo que sería el peor escenario…De ahí que lo que esté primando entre los productores, sea la “cautela”. Se sabe que, al margen del negocio ganadero, para muchos la actividad también constituye una “reserva de valor”, especialmente en tiempos financieramente turbulentos.

También, “faltan” terneros para las necesidades habituales del país, la pregunta es: ¿los productores pueden aguantar sin vender? ¿Hay “espalda” para comenzar la atrasada recomposición productiva? , ¿Se puede frenar más la faena de hembras?, ¿Cuál es la verdadera situación de la exportación con este nivel del dólar?. Por el momento, siguen siendo más la preguntas que las respuestas…

Fuente: lmneuquen.com

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