19 de abril de 2024 01:51 AM
Imprimir

Sincronización del estro en ovejas para mejorar la eficiencia reproductiva y la productividad del rebaño

Debido a la estacionalidad reproductiva de las ovejas, la sincronización del estro representa una estrategia de manejo. - Artículo publicado en el número de marzo de Albéitar.

Juan José Ojeda-Carrasco1, Virginia Guadalupe García-Rubio1, Enrique Espinosa-Ayala1 y Pedro Abel Hernández-García2
1Doctores en Ciencias Agropecuarias y Recursos Naturales, Centro Universitario UAEM Amecameca, Universidad Autónoma del Estado de México.
2Doctor en Ciencias en Nutrición de Rumiantes, Centro Universitario UAEM Amecameca, Universidad Autónoma del Estado de México

Debido a la estacionalidad reproductiva de las ovejas, la sincronización del estro representa una estrategia de manejo que posibilita introducir mejoras en la productividad, eficiencia reproductiva y calidad genética de los rebaños. Además de referir los principales factores asociados, se compilan algunos antecedentes sobre diferentes tipos de protocolos de sincronización, que buscan mejorar la reproducción ovina en épocas naturales de anestro. Se presentan los resultados de un estudio realizado en la Región de Amecameca, Estado de México con 26 ovejas de la raza Dorset. Para la sincronización del estro se usó un protocolo con esponjas intravaginales impregnadas con 20 mg de acetato de fluogestona. Al retiro de las esponjas se aplicaron dosis diferenciales (500 UI/600 UI, dependiendo del peso de la oveja) de gonadotropina coriónica equina (eCG), para incrementar la respuesta folicular y la tasa de ovulación, demostrando que este protocolo es altamente eficiente para la sincronización del estro en ovejas.

Palabras clave: sincronización del estro, acetato de fluogestona, gonadotropina coriónica equina.

Synchronization of estrus in sheep: Improvement of reproductive efficiency and productivity of herds

Due to the reproductive seasonality of sheep, estrus synchronization represents a management strategy that makes it possible to introduce improvements in the productivity, reproductive efficiency and genetic quality of the flocks. In addition to referring to the main associated factors, some background information on different types of synchronization protocols is compiled, which seek to improve sheep reproduction in natural times of anestrus. The results of a study carried out in the Amecameca Region, State of Mexico with 26 Dorset sheep. Estrus synchronization uses a protocol with intravaginal sponges with 20 mg of fluogestone acetate. Upon removal of the sponges, differential doses (500 IU/600 IU, depending on the weight) of equine chorionic gonadotropin (eCG) applied to increase the follicular response and ovulation rate, demonstrating that this protocol is highly efficient for the synchronization of estrus in sheep.

Keywords: estrus synchronization, fluogestone acetate, equine chorionic gonadotropin.

Introducción

A nivel mundial, la crianza de pequeños rumiantes se está convirtiendo en una actividad de gran relevancia económica, que contribuye de manera importante a la subsistencia y seguridad alimentaria de muchas comunidades, especialmente las rurales que presentan mayor vulnerabilidad por los niveles de desarrollo en que viven. Las ventajas de los ovinos sobre otras especies pecuarias se asocian a su gran capacidad de adaptación a diferentes condiciones ambientales, lo que se demuestra con la diversidad de razas adaptadas a distintos propósitos en entornos climáticos que van desde las zonas altas y frías de las tierras altas del norte de Europa hasta las zonas áridas de África, Asia y Australia.

Sus altos índices de conversión alimenticia les permiten un mayor aprovechamiento de los recursos alimenticios, por su capacidad de transformación de todo tipo de forrajes de menor calidad incluyendo las pajas de cereales, los residuos y subproductos agrícolas. Es una especie pecuaria que no requiere de grandes áreas, ni de alta tecnificación para su crianza y mantenimiento, produciendo una mayor cantidad de carne por superficie, entre otros aspectos. Sin embargo, desde el punto de vista zootécnico, la estacionalidad reproductiva es una de las principales condicionantes que limita la productividad en los rebaños, lo que se traduce en variaciones en la oferta de la carne y leche dependiendo de las estaciones del año, afectando económicamente tanto a los productores como a los consumidores, de ahí la relevancia de la instrumentación de protocolos de sincronización del estro como estrategia de manejo para introducir mejoras en la productividad y eficiencia reproductiva de los rebaños.

Panorama de la producción ovina mundial

Tabla 1. Tasas de crecimiento por especie pecuaria (2005-2020).

Tabla 2. Población de ovinos a nivel regional (miles de cabezas). Fuente. Elaboración con datos obtenidos y procesados de FAOSTAT (2022).

Entre 2005 y 2020, la tasa de crecimiento en el número de cabezas de los pequeños rumiantes fue significativamente mayor que las de otras especies pecuarias (tabla 1).

Esta tasa de crecimiento en los ovinos refleja el comportamiento a nivel regional en donde solo África y Asia presentan un incremento sostenido de 46,01 % y 22,05 %, respectivamente. En las demás regiones, los registros quinquenales (tabla 2) muestran fluctuaciones en el número de cabezas, con tasas y porcentajes promedio negativos acumulados para el periodo, que corresponden a disminuciones importantes en la producción, en particular en Oceanía (-36,46 %).

Para 2020, del censo mundial de 1.263 millones de cabezas (Mc), poco menos de la mitad (49,29 %) se concentra en 14 países. Los mayores productores son China con 17,30 Mc (13,67 % de la producción mundial), seguido por la India con 6,80 Mc (5,38 %) y Australia con 6,35 Mc (5,02 %).

A nivel subregional los principales productores africanos se ubican en África Occidental (12,58 Mc) y África Septentrional (11,06 Mc). En las Américas, destaca la producción de América del Sur (6,52 Mc), seguida por Centroamérica (0,93 Mc); en tanto que, en la región asiática Asia Oriental registra el mayor inventario tanto a nivel regional como global, con 20,33 Mc, seguida por Asia Meridional con 16,26 Mc. En el caso de Europa, la producción es liderada por Europa Septentrional (4,035 Mc) y Europa Meridional (3,87 Mc); finalmente, en Oceanía las subregiones con mayor número de cabezas ovinas son Australia (6,35 Mc) y Nueva Zelanda (2,60 Mc).

El inventario de cabezas ovinas se complementa con una producción de 9,886 millones de toneladas de carne ovina. A pesar de los volúmenes de producción, tanto de animales para pie de cría como de carne ovina, existe un desbalance entre la oferta y la demanda, que no solo está relacionada con las capacidades productivas de cada país, sino con las condiciones de consumo. En el caso de China, aun cuando en 2020 fue el primer productor a nivel mundial, entre 2010-2020 sus importaciones se incrementaron en 220 %; en contraste, Australia, ubicado en el tercer lugar de producción, aumentó sus exportaciones en 58 %. Para este periodo, algunos de los principales exportadores incrementaron sus volúmenes, encabezados por España (+76 %), Australia (+58 %), Irlanda (+57 %), Uruguay (+21 %) y Estados Unidos (+8 %), en tanto que en otros la tendencia fue reducirlas, principalmente en el Reino Unido (-15 %) y el resto de los países que no alcanzan volúmenes significativos (-31 %). Respecto a las importaciones, además de China (+220 %), los mayores incrementos los registran Estados Unidos (+87 %), Malasia (+66 %) y Alemania (+23 %) y los decrementos se registran para el Reino Unido (-34 %) y Francia (-36 %).

Publicidad